SEMILLAS DE LINO

EL LINO

El lino es una semilla de la planta usitatissimum, es una planta herbácea de la familia las lináceas.

Estas semillas son magníficas gracias al beneficio que logra en nuestro organismo.

FLOR DE LA PLANTA DE LINO

Esto es debido, parte por su contenido de ácido a-linolénico (omega 3) y ácido a-linoleico (omega 6), ácidos grasos esenciales en nuestra alimentación, y además cabe destacar que se encuentran en una proporción adecuada por lo que no sufriremos carencias ni exceso de uno u otro. (las semillas de chía o salvia también contienen estos beneficiosos ácidos grasos)

Tradicionalmente la fuente recomendada de estos ácidos grasos ha sido el pescado...pero hoy día el consumo de pescado 

es menos seguro por la contaminación en mares y la presencia de tóxicos como el mercurio. 

Por otra parte, poseen gran cantidad de fibra tanto soluble como insoluble, incluso más que el grano así que son perfectas para la prevención del estreñimiento, previene y ayuda en la curación de cáncer de colon y otras enfermedades digestivas. Su consumo lubrica y mejora la flora intestina, previniendo divertículos en la pared intestinal, además ayuda a la eliminación de toxinas y elementos contaminantes.

También poseen ligninas, las ligninas de acuerdo a investigaciones científicas, luchan contra químicos causantes de los tumores cancerígenos y bloquean a los receptores de estrógenos, lo cual podría reducir el riesgo de cáncer de colon, pulmón, próstata, mama.

Además contiene una sustancia que se asemeja a la postagladina, que regula la presión arterial.

Podemos considerar a las semillas de lino como un superalimento que debemos incluir en nuestra alimentación habitual.

Puede que de bote pronto, no se te ocurra como puedes convertir este alimento en un hábito, o quizás viendo nuestra receta de hoy te hayas “iluminado”, como nosotras en nuestro día. Ya que es una solución muy buena para aquellos intolerantes al huevo, para veganos o para personas que quieren combinar mejor sus alimentos (desde el punto de vista enzimático) para obtener así todos los beneficios de una alimentación trofológica...Pero de esto hablaremos en futuros artículos.

Te vamos a contar como utilizar estas semillas, algunos ejemplos:

-        Puedes consumirlas enteras, por ejemplo en ensaladas, cremas, panes, postres..., aunque es recomendable previamente molerlas, porque sin la cáscara obtenemos mayores beneficios. De vez en cuando también puedes tostarlas, recuerda que debes utilizar sartén de hierro, acero inoxidable, cerámica pero no con aluminio.

-        Puedes molerlas muy bien y obtener su harina, esta harina hidratada es como un “pegamento” que nos sirve en múltiples masas y se puede mezclar con otras harinas sin gluten (harina de coco, de arroz, de quinoa…) para formar galletitas, crackers, etc…

-        La infusión o maceración de semillas se usa para tratar afecciones gastrointestinales (colitis, disentería, estreñimiento, gastritis, inflamación, hemorroides, úlcera), genitourinarias (cistitis, gonorrea, inflamación e infección urinaria, nefritis).

-        Pueden añadirse en los zumos, como el zumo de papaya en ayunas para tratar gastritis o trastornos del tracto intestinal o simplemente para prevenirlos y mantener una buena salud en el sistema digestivo (1 cucharada sopera por cada vaso de zumo)

-        Puedes utilizar el lino como sustituto del huevo, este método es un éxito rotundo!, sin duda una de nuestras opciones favoritas J. Es sencillo de elaborar, conseguimos una textura idónea para emplear numerosas recetas, logramos platos exquisitos y además nos beneficiamos con sus propiedades.

En futuras recetas os enseñaremos cómo se puede utilizar el aceite de lino para usos como desintoxicar el organismo de metales pesados (como el mercurio)…Pero por el momento… lánzate, prueba la receta y ¡experimenta!, es muy divertido y está sorprendentemente delicioso. 

Autoras: Vanesa Doménech 

            María Picó