LA ESPELTA INTEGRAL- ALGUNAS VERDADES -
La harina de Espelta ha ganado popularidad de unos años a esta parte. Pero el hombre llevaba utilizándola desde hacía mucho tiempo…se habla de unos 7000 años…
Actualmente las corrientes naturistas y un aumento de información e interés sobre la alimentación más sana y natural ha propiciado que este cereal sea rescatado nuevamente para que lo podamos utilizar en nuestras cocinas…pero ojo!...sin abusar J ¿por qué?...pues porque…
Si te interesa saber más sobre esta afección o simplemente informarte, te dejamos el link de la FACE Federación de Asociaciones de Celíacos de España
*NOTA: La verdad es que esta harina contiene gluten, al igual que la harina de trigo, cebada, centeno y, en menor medida, la avena y actualmente sabemos que el gluten contiene una proteína llamada gliadina que es causante de desencadenar reacciones de tipo autoinmune (como alergias de distintos tipos) en el organismo incluso de personas que no son celíacas (intolerantes al gluten), ya que existen diversos grados de intolerancia.
Así que los intolerantes al gluten en algún grado o los celíacos (que tienen intolerancia total) no deberán consumirla y el resto de la población aconsejamos que con moderación.
Esta misma receta se puede hacer con otro tipo de harina que no lleve nada de gluten como harina de quinoa, de arroz integral o de trigo sarraceno o cualquier otra harina sin gluten.
Pero a este cereal se le ha rescatado por ser uno de los cereales menos modificados genéticamente (no como sucede con el trigo), no obstante hay que tener en cuenta que existen múltiples variedades de espelta.
La variedad más pura y, quizás por la que se ha ensalzado a las propiedades de dicho cereal actualmente, es la denominada escaña menor o Einkorn (o Triticcum monococcum sub. monocococum que proviene de Asturias).
Pero hay que decir que las variedades que más se comercializan puede que no sean las más puras sino que también están modificadas, igual que el trigo. Por eso si lo que buscamos es pureza debemos leer la etiqueta para saber que si pone que la variedad de espelta es: Triticcum dicoccum tetraploide, Triticcum spelta hexapliode, que son justamente las que sí están modificadas.
Por lo menos que sepamos lo que estamos comprando y consumiendo.
Por otro lado, la espelta tiene un sabor más dulzón que el trigo, está más sabrosa y, evidentemente todos los productos que son integrales van a ser mucho mejores que los refinados (ayudan a evitar la obesidad, el estreñimiento, aportan fibra…), si además son de origen ecológico o biológico pues muchísimo mejor porque la información de los alimentos va a pasar a nuestro sistema y cuanto más natural sea lo que consumimos pues más bio-asimilable va a ser. Nuestro cuerpo siempre va a reconocer y utilizar mejor lo más natural y lo menos modificado.
La espelta de por sí es más rica en nutrientes que su competidor el trigo y más digestiva. Posee aminoácidos esenciales (proteína), minerales como el magnesio, zinc, potasio, hierro y fósforo, vitaminas del grupo B (B1 y B2) y la antioxidante vitamina E.
100 gr de espelta contienen:
§ Valor energético 320 kcal
§ Hidratos de carbono
§ Proteínas 10-
§ Grasas
§ Fibra
§ Calcio 20 mg
§ Fósforo 410 mg
§ Hierro 4.200 mcg
§ Magnesio 130 mg
§ Potasio 445 mg
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Eso si, hoy por hoy su producción, al seguir siendo mucho menor que la del trigo, hace que los precios de la espelta sean bastante más elevados que los precios del trigo. Pero utilizar este cereal de nuestros ancestros en esta receta puede ser una opción bastante buena si queréis variedad y os apetece experimentar con “nuevos productos”.
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